El coordinador regional de IU abre una serie de entrevistas de El Correo a los líderes políticos andaluces sobre el debate del modelo actual de las Autonomías y afirma que si alguien propone un retroceso político sobre éste animará al pueblo andaluz a salir a la calle.
-¿Le parece que, en esta coyuntura, el Estado autonómico es "políticamente inviable", como dice Aznar?
-No, más bien al contrario. En plena crisis el Estado autonómico es imprescindible para hacer posible que los elementos del nuevo modelo productivo, que debe ser solidario y sostenible, se abran paso. Esa es una de las piezas novedosas del Estatuto andaluz. En un momento así hay que poner en valor las partes más sociales del Estatuto de Autonomía, las que hablan de la igualdad, los servicios del Estado de Bienestar y el pleno empleo. Ese debe ser nuestro gran objetivo prioritario y para ello hay que desarrollar todas las potencialidades del Estatuto.
-¿Cree que la crisis hace necesario un replanteamiento del actual modelo o es más bien una excusa para recortarlo?
-La crisis está siendo una excusa para todo. Mientras se recortan de forma salvaje los derechos ciudadanos, la banca sigue ganando mucho dinero. Algo se está haciendo mal. La crisis está siendo utilizada para hacer posible ese recorte brutal con el objetivo de empobrecer a una gran mayoría social para que una minoría siga manteniendo sus privilegios.
-¿Hay una operación en marcha contra el Estado de las Autonomías? Si es así, ¿quiénes la impulsan?
-Eso no tiene dudas. Hace un año Aznar lanzó las siete plagas contra el Estado de Bienestar y contra los derechos sociales y laborales. El recorte del modelo autonómico se enmarca ahí. Lo triste es que esas siete plagas se vienen abriendo paso y son asumidas y aceptadas por el Gobierno de Zapatero y los Gobiernos socialistas. Eso es una incoherencia. El PP quiere una nueva recentralización, una marcha atrás a la descentralización que es muy peligrosa porque pretende recortar los derechos alcanzados y la Constitución. Hay que ir por el camino contrario, porque es posible desde el punto de vista financiero caminar hacia un Estado federal.
-¿IU considera que PSOE y PP tienen un discurso similar en este tema?
-Hoy desgraciadamente hay un mar de coincidencias entre PSOE y PP, que les lleva a caminar unidos en la política de recortes (reforma laboral, pensiones y recortar o posponer el desarrollo autonómico). En ese terreno están equivocados, porque primar las políticas de empleo significa desarrollar al máximo el Estatuto andaluz.
-¿Qué correcciones habría que hacer al modelo autonómico?
-No creo que haya que corregir nada, en todo caso habrá que caminar hacia una política fiscal diferente del Estado desde una posición de izquierdas. Debe pagar más quien más tiene y combatir la economía sumergida. Con eso se puede mantener el desarrollo autonómico y la financiación de las comunidades.
-¿Entonces no cree que habría que devolver algunas competencias al Estado?
-En absoluto, más al contrario. Hay que seguir desarrollando plenamente todos los elementos competenciales que tiene nuestro Estatuto y al que todavía le falta bastante por andar. Hay que dar un paso más allá con la Constitución: el modelo debe tener un carácter federalista y cooperativo y ahí es donde se tiene que mover un desarrollo más pleno de las autonomías.
-¿Tampoco comparte que hay una administración excesiva y que se solapan competencias?
-Esa es otra cuestión. La eficiencia y eficacia no están reñidas con el ejercicio de austeridad. Está claro que necesitamos una administración con esos ingredientes, pero no creo que ese sea el problema que tiene hoy Andalucía u otras comunidades. No hay un exceso de funcionarios ni de servicios públicos. El problema es que estamos obligados a hacer una administración cada vez más austera y eficaz en la que no se solapen las competencias. Hay que establecer cuáles son los escenarios de competencias que debe tener cada administración para que una no invada a otra.
-Pero si hay duplicidades, ¿qué administración debe perder potestades?
-Hay que hacer un análisis, no se trata de ver quién pierde y quién gana, sino de quién ejerce mejor las funciones en un Estado que cada día requiere más descentralización. La descentralización ha sido un acierto total y ha venido a mejorar las condiciones de vida de la gente.
-Cospedal lanzó la propuesta de eliminar en Castilla-La Mancha instituciones como el Defensor del Pueblo o la Cámara de Cuentas. ¿Usted considera que ahora todos estos organismos y empresas públicas están siendo útiles para Andalucía?
-Todos los ciudadanos dirían que la descentralización y el modelo autonómico les ha mejorado la vida, y más en Andalucía. Nosotros no estamos de acuerdo con Cospedal. Otra cuestión es que hay que ser austeros, pero no se pueden recortar todos los avances de este país.
-Volviendo a las instituciones, ¿qué papel deberían tener las Diputaciones?
-Las Diputaciones pueden ser eliminadas perfectamente, transfiriendo sus competencias a los ayuntamientos. No son necesarias, están desfasadas en el tiempo. IU apuesta por su desaparición y por la creación de una estructura comarcal.
-¿Y el Senado?
-El Senado, tal como está, no sirve como institución a la población española. No tiene ningún papel importante. Hay que reformarlo para que sea una auténtica Cámara de representación de los territorios. Habría que modificar la Ley Electoral para que los senadores sean elegidos directamente por cada una de las comunidades. El mejor elemento sería una circunscripción única porque tal y como está ahora carece de la suficiente fuerza para representar adecuadamente a cada autonomía.
-El PSOE-A apuesta ahora por avanzar en la descentralización de competencias en favor de los ayuntamientos. ¿Qué opina?
-Los compromisos a veces se quedan en el tintero. Que eso lo diga el PSOE después de llevar 30 años en la Junta sin atender las exigencias de los ayuntamientos demuestra una falta de credibilidad fuerte. Lo que tienen los ayuntamientos ahora lo han conquistado ellos, nadie les ha regalado nada ni tampoco ha habido voluntad política por parte del Gobierno andaluz. El PSOE ha sido muy cicatero en materia de descentralización política para los ayuntamientos y ha contribuido bastante más a que haya grandes diferencias territoriales. No se ha construido Andalucía desde abajo. Ese es un reto y un desafío que tenemos por delante.
-Sobre la última decisión del Gobierno para que Cataluña pueda endeudarse, ¿opina que vuelve a haber un trato de favor hacia esa comunidad?
-Sería torpe cerrar los ojos o esconder la realidad: en la práctica hay una mejor relación del Gobierno de España con Cataluña y el País Vasco. Se puede ser igual sobre el papel pero no se está siendo igual sobre los hechos. Sólo hay que ver cómo tratan los Presupuestos Generales del Estado a una u otra comunidad. Muchas veces Andalucía se equivoca al pretender ser un alumno aventajado de las decisiones que adopta el Gobierno central. En el caso del endeudamiento, la Junta ha jugado en contra de los intereses de la comunidad porque no tendrá recursos suficientes para hacer frente al millón de parados. Si las comunidades tienen problemas financieros es porque no hay un modelo fiscal progresista, que vendría a solucionarlo.
-¿Si hubiera una regresión al centralismo Andalucía volvería a encabezar la rebelión en la calle como hizo el 28-F?
-Si el Gobierno de España, o el PP cuando llegue al poder, pretende tocar los derechos conquistados, estaríamos obligados a llamar al mayor nivel de movilización social. IU lo haría.
-¿En la calle no detecta que hay un desapego hacia el debate autonómico?
-En la calle hay una desilusión, una frustración grande y una falta de crédito hacia la política, las instituciones y la democracia. Pero de eso sólo tiene la culpa quien gobierna. Hace falta una regeneración institucional. Hay un hambre de cambio en la sociedad y, desde IU, creemos que debe ser para girar la política hacia la izquierda. Quienes seamos capaces de abanderar los elementos centrales de ese hambre de cambio seremos los que marquemos las pautas del devenir en Andalucía. El cambio no es el PP, que es más de lo mismo y supone un regreso al pasado. Aznar pretende derribar una casa que hemos tardado 30 años en construir. IU propone otra cosa: reforzar lo público.
-¿En estos años, hace usted un balance positivo de cómo se está desplegando el Estatuto andaluz?
-El Estatuto tiene un parón erróneo por parte de la Junta, que prefiere priorizar lo social, pero se equivoca. Con el desarrollo del Estatuto se da respuesta a los problemas sociales y a los problemas de empleo. El Estatuto es el instrumento que tiene que empujar estas políticas porque está preñado de ellas, de derechos sociales, de un modelo sostenible y de una descentralización política.
-¿Qué mensaje trasladaría al pueblo andaluz en el 28-F?
-Los andaluces saben que fue la gran movilización unitaria del pueblo andaluz la que consiguió derrotar las resistencias de la derecha y abrir un espacio más amplio para la libertad y la democracia. Esa movilización sirvió para que tres o cuatro generaciones vivieran mejor. Hoy en día también es necesario que el pueblo siga saliendo a la calle para defender la necesidad de una sociedad más justa.
EL CORREO DE ANDALUCÍA
25.02.2011.