No hay ninguna duda de que a nuestro Alcalde le gustan la retórica y las metáforas, aunque sean baratas. Y de que utiliza con relativa corrección el lenguaje, reconozcámoslo, tampoco. El problema está en que del “decir” (aunque sea “bien decir”) al “hacer”, siendo un gobernante elegido por el pueblo en base a una serie de promesas y compromisos, hay mucha distancia que recorrer. Y nuestro Alcalde, de momento, no solo no la recorre, sino que las más de las veces la alarga indefinidamente, de forma que nos encontramos con cosas como las siguientes:
Durante la campaña electoral del 2007, el Grupo Independiente prometió hasta la saciedad la realización de una auditoría económico-financiera y jurídica en el Ayuntamiento. Esta iniciativa fue aprobada por unanimidad en el Pleno del 10 de diciembre de 2007. Nueve meses después, aun cuando nuestro Grupo Municipal ha insistido una y otra vez en que se cumpla el acuerdo plenario, lo que se ha puesto en marcha, por Decreto de Alcaldía, es la realización de una auditoría solo del último ejercicio anterior al inicio de esta legislatura, no de las dos legislaturas anteriores a ésta, que fue lo que el Pleno aprobó. ¿Será para eliminar argumentos que pueda utilizar contra ellos la oposición? ¿Será que en realidad el Equipo de Gobierno no tiene ningún interés en que se haga la auditoría? ¿Y eso por qué?
¿Y qué decir de aquella napoleónica operación financiera con la que el GINER iba a poner al Ayuntamiento en el buen camino de la recuperación económica? No nos digan ahora, señores concejales de GINER, que necesitan tener aprobado el presupuesto del ejercicio 2008 para ponerla en marcha, porque no cuela: ese mismo argumento ya lo utilizaron en 2007, e incluso el Grupo Municipal de IULVCA, con la intención de no bloquear posibles salidas a la situación económica municipal, decidió no votar en contra – optamos por la abstención- de la propuesta de presupuestos para ese año presentada… ¡en octubre!, y resultó que no sirvió para nada (aunque nuestro Alcalde se empeñe en que ahora la imagen del Ayuntamiento ante las entidades financieras es mejor). Tampoco cuela la excusa del cambio de Interventor y de la necesidad de actualizar el informe sobre la situación económico-financiera del Ayuntamiento que el anterior Interventor realizó al principio del mandato del GINER antes de acometer otras tareas de importancia, porque el nuevo informe es prácticamente idéntico al anterior, salvo matices. Sea por lo que sea, un año después, la operación está paralizada, y al equipo de gobierno parece que ya no le preocupa tanto la situación económica-financiera del Ayuntamiento. ¿Será que su política de tener contento al PSOE (de Nerva para fuera) les está resultando fructífera, en lo que a subvenciones se refiere?
Y hablando de presupuestos, el equipo de gobierno no solo no ha avanzado nada, sino que ha dejado pasar el año entero y no ha sometido a debate su propuesta de presupuesto para 2008 – con la excusa, también, del cambio de Interventor -, aun cuando, volviendo al plano del “decir”, vendieron, aunque muy mal explicada, la propuesta de “presupuesto participativo” que encontraron por Internet. ¿Cómo vamos a creernos que vamos a conseguir avances de cara a la implantación del presupuesto participativo, cuando ni siquiera los grupos políticos han discutido aún la propuesta? ¿Recuperaremos la periodicidad anual en la aprobación de los presupuestos (propósito también declarado públicamente por nuestro Alcalde)? Parecería que estén haciendo los remolones, pensando en ir dejando estas cuestiones para las próximas elecciones municipales, a ver si son capaces de sacar mayoría absoluta, y así pueden aprobar los presupuestos que les de la gana sin discusión política alguna. Lo que es seguro es que ni dan explicaciones ni parecen tener capacidad para tomar decisiones que ayuden a avanzar en estos temas.
Y fuera ya del ámbito de la economía, aunque enlazando con el presupuesto participativo, hablemos de “participación”, esa palabra tan recurrente en boca de nuestro Alcalde, pero tan poco dotada de contenido: ¿Para qué nos hemos hartado de negociar unos estatutos de la Comisión de Gestión de los Medios de Comunicación Municipales, si luego no se convoca a los componentes de la misma para consensuar los contenidos de Nervae? ¿Para qué sirve la Mesa de la Juventud, si ésta no se ha reunido para proponer actividades de cara a las fiestas de agosto?
Son solo algunos ejemplos, pero todos ellos ilustran a la perfección lo que decíamos al principio: El Equipo de Gobierno, y principalmente el Alcalde, ha prometido y se ha comprometido hasta la saciedad, como mesías de baratillo, y ahora nos muestran su incapacidad para cumplir sus compromisos. Vamos, que no recorren, y no parecen dispuestos a hacerlo, la distancia que hay entre el “decir” y el “hacer”. Lo malo es que el crédito del “decir” se va poco a poco perdiendo hasta que ya no queda nada…
Publicado en La Garceta, nº 10, octubre 2008.