En el Pleno ordinario del pasado 28 de marzo, el Grupo Municipal de IU-LV CA llamó la atención sobre una gestión, cuando menos, discutible por parte del Equipo de Gobierno (otra más). Se trata de la reciente adquisición de vestuario para la Policía Local. Y es que, si examinamos los hechos tal y como ocurrieron (en base a la documentación existente al respecto en el Ayuntamiento, no nos inventamos nada), hay cosas que no se comprenden.
Para empezar, la petición de presupuestos a distintos proveedores: Salvo un primer presupuesto, con fecha de mayo de 2007, todos los demás fueron emitidos a finales de julio de 2007. Todos… salvo el presupuesto que finalmente fue aprobado por la Junta de Gobierno Local para adjudicar la compra, emitido por una empresa nervense el 4 de octubre de 2007, 2 meses después de que lo hicieran el resto de las empresas que presentaros sus ofertas, y mejorando mucho los precios ofertados por éstas. Al día siguiente, 5 de octubre, la Intervención emite un informe indicando que existe consignación presupuestaria para este gasto, y que ésta permite cubrir precisamente el importe presupuestado por esta última empresa. Finalmente, el día 9 de octubre la Junta de Gobierno Local aprueba adjudicar la compra a la empresa nervense mencionada en base a este informe. ¿No se parece este procedimiento de adjudicación a las prácticas, por otro lado muy bien revestidas de legalidad casi siempre, que se han llevado a cabo en algunas instituciones cuya gestión luego se ha demostrado que no era del todo limpia?
Ojo, no queremos insinuar ni que haya existido ilegalidad ni que nos parezca mal que se le adjudique un suministro a una empresa de Nerva: Todo lo contrario, estamos de acuerdo con que se priorice a las empresas de Nerva en la adjudicación de suministros. Pero las cosas han de hacerse bien, y bien quiere decir de manera transparente, justa y democrática. Si se va a ofrecer la oportunidad de presentar ofertas varias empresas, que sea en igualdad de condiciones, es decir, dentro de unos plazos concretos, los mismos para todas ellas, para que ninguna juegue con ventaja sobre las otras.
Y en este caso, aparte de la evidente ventaja que podría otorgársele a la empresa nervense que resultó elegida como adjudicataria del suministro, dejándole 2 meses para presentar el presupuesto después de que lo hubieran hecho otras empresas, hay que destacar lo burdo de la operación, puesto que esta adjudicación, por su reducido importe, podría haberla dictado de manera directa el Alcalde a favor de la empresa de Nerva, dado que la normativa se lo permite.
Para remate de la faena, resulta que el importe facturado finalmente fue un 60 % superior al ofertado, lo que hace que ya no fuera esta oferta la más ventajosa para el Ayuntamiento, si la comparamos con los precios ofertados por las otras empresas. En la respuesta dada en el Pleno a esta cuestión, se informó de que las prendas inicialmente suministradas (con el precio de la oferta, se supone) no cumplían la legislación vigente, por lo que hubo que devolverlas y pedir prendas que sí cumplieran dichos requisitos, lo que supuso el incremento del importe facturado respecto al presupuestado. Si es así, doble error de gestión: El procedimiento de adjudicación y no saber ni qué prendas hay que adquirir exactamente. Y eso que éstos decían tener soluciones para todo…
Publicado en La Garceta, número 10, abril de 2008