12/24/2010

Domingo Domínguez y el PSOE

Hace muchos meses que se especulaba con la lejana posibilidad de que Domingo Domínguez concurriera a las próximas elecciones municipales encabezando la candidatura del PSOE de Nerva –tal y como nuestro concejal lo había expresado en varias ocasiones en nuestro espacio mensual en la televisión local-, pero desde comienzos de octubre, dicha posibilidad salió del terreno de la especulación para entrar en el de la realidad política local y provincial.

Primero fue el conocido periodista del Huelva Información, Rafael Moreno, quien llevó esta cuestión a las páginas de la prensa provincial y después hizo lo mismo la dirección del PP en Huelva. Ante lo cual, el secretario general del PSOE onubense, Mario Jiménez, dijo que el PSOE “tiene las puertas abiertas a todo aquel que desde el esfuerzo, el compromiso con su pueblo y desde una postura progresista quiera incorporarse al proyecto”.

Es decir, el máximo dirigente provincial del PSOE, expresó con “cortesía” y “delicadeza” que efectivamente están buscando que Domingo Domínguez se presente a la alcaldía de Nerva por el PSOE, y que no confía en que haya ningún buen candidato en las filas del actual PSOE de Nerva.

De esta forma el PSOE provincial no está manifestando interés alguno en el buen gobierno que se haga en Nerva sino que, muy al contrario, considera a los pueblos, a sus alcaldes y concejales como simples piezas para mantener el poder en la Diputación. Esa necesidad de conseguir a toda costa nuevas alcaldías para el PSOE, es lo que les lleva a “fichar” alcaldes de otras formaciones, tal como intenta hacer también en otros municipios (Hinojales, Galaroza, etc.), o como hizo en 2003 en Aracena, comprando a nuestro ex-compañero Manolo Guerra.

Pero fue 2007 cuando el PSOE llevó hasta más lejos su fétida forma de hacer política, comprando a los alcaldes de nada menos que ocho localidades onubenses: Cabezas Rubias, Castaño del Robledo, El Cerro del Andévalo, Cortelazor, Jabugo, La Nava, Trigueros y Encinasola; todos ellos elegidos en candidaturas del Partido Andalucista, con la excepción de la alcaldesa de Encinasola, que lo había sido por Izquierda Unida.

Así, se demuestra en los meses previos a cada elección municipal que el PSOE en Andalucía no es un partido con ideas y proyectos políticos que pretenda llevar a la práctica estando en las instituciones, sino que sólo es un inmenso aparato preocupado en primer lugar por mantener el poder en las Diputaciones, así como la red clientelar y de alcaldías que las sustenta.

Además, el caso de Nerva tiene unas peculiaridades importantes que hacen que la situación sea especialmente escandalosa, ya que estamos hablando del posible paso al PSOE de un alcalde, Domingo Domínguez, que se forjó como político local en la oposición, sin otra bandera significativa que la de la crítica constante y virulenta a todo cuanto hiciera el mal llamado Partido Socialista Obrero Español.

El silencio de Domínguez, después de que su posible incorporación a las filas del PSOE se haya tratado en toda la prensa provincial, lo único que hace es confirmar lo que es evidente: que en su camino hacia las siglas del PSOE, sólo se interpone el mutuo rechazo personal que tiene con la mayoría de los componentes de la agrupación “socialista” de Nerva. Cuestión ésta que está siendo trabajada por la dirección provincial del PSOE ofreciendo una salida laboral honrosa a los más destacados detractores del alcalde independiente.

Estamos a medio año de las próximas elecciones y nadie sabe como acabará este culebrón político. Pero tanto si la dirección provincial del PSOE da un puñetazo encima de la mesa y pone a Domínguez y a los suyos como candidatos; como si la partida la ganan los “socialistas” de Nerva, y al final Domínguez no encuentra cabida en el PSOE, lo que se ha revelado como una realidad indiscutible es que Domingo Domínguez no tiene ningún sentimiento de lealtad hacia las personas que lo han votado, ni ningún respeto por sus posiciones anteriores (aquellas que esgrimía cuando era el “azote” del PSOE).

A lo largo de toda la legislatura el alcalde ha tenido actitudes, que ahora están cobrando pleno sentido, con el único objetivo de congraciarse con los mandamases provinciales “socialistas”. Pero el señor alcalde debería pararse a pensar, que defender durante mucho tiempo una cosa, para después apostar por todo lo contrario tiene sus consecuencias. Y que es posible, que reírse de todo un pueblo, como lo está haciendo, no le salga barato.

(Publicado en el nº 15 de "La Garceta de Nerva", correspondiente a diciembre de 2010)